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Entorno Cultural Ordesa – Pirineo de Huesca

 

Balcón del Pirineo, disfruta de la naturaleza del valle de Broto y Ordesa, Pirineo de aragón a vista de águila. Disfruta del turismo rural en toda su esencia.

 

Entorno, patrimonio cultural:

 

1) Siguiendo el curso del ara N260:

 

En el valle de Broto, destacan en Broto la casa del valle y la cárcel ambas del S XVI, pueden visitarse en verano. Oto con sus dos torres defensivas. Buesa por su imponente iglesia y capilla a San Cristóbal, así como el pergamino que ya nos relata la historia del núcleo en el SXI. El esconjuradero y el cristo de Asin de Broto. La torre defensiva de Linas de Broto y el carnaval de Torla. En la zona de sobrepuerto, perteneciente a Broto, podemos encontrar la iglesia románica de Otal, de estilo lombardo S  XI, así como los bancales de Escartín y la iglesia de Bergua.

 

Siguiendo el curso del río ara, llegamos a Fiscal, a destacar el batan de Lacort restaurado que allí se encuentra, la portada románica, y el observatorio astronómico.

 

En la cuenca media del Ara, encontramos varios pueblos abandonados resultado del proyecto fallido del pantano de Janovas, paradójicamente etimológicamente Janovas  viene del árabe y significa la puerta, se supone que este punto no fue rebasado por los musulmanes, merece la pena visitar los núcleos deshabitados de Cajol, Burgase, Muro, así como el de Yeba, con magnificas vistas.

 

Finalmente llegamos a Boltaña y Ainsa, la primera es sede de la Comarca del Sobrarbe, posee las ruinas de un castillo y una bonita parroquia del S XVI. Visita obligada son Guaso y Santa Maria de Buil, cerca de Boltaña.  Ainsa, encrucijada de caminos, encuentro del río Cinca y el Ara, mezcla de culturas y leyendas, meritoria  de un paseo obligado  por sus calles empedradas, las ruinas de su castillo para adentrarnos en su espíritu medieval y mágico, con la silueta del Monte perdido y Ordesa al fondo.

 

2) Más atractivos culturales Comarca Sobrarbe:

 

Desde la arquitectura y la singularidad del Monasterio de San Vitorian, las ermitas y dolmen  de Tella, Alquezar, la colegiata de Fanlo.

 

Del conjunto de  Muro De Roda en la Fueva, cabe destacar el templo parroquial de Santa Maria S XII, de la primitiva torre cilíndrica solo la base se conserva. La ermita de San Bartolomé S XVI.

 

Castillo de Samitier y castillo de Abizanda con su torre con funciones de atalaya y residencia hacen de ella un caso particular, sobre la misma se realizan las actuaciones de los titiriteros de Binefar..

 

El folclore musical, los festivales del Castillo de Ainsa, los carnavales de Torla y Bielsa, documental etnografico de Espiello,.., para completar la agenda.

3) Encontrarnos en el centro del pirineo aragonés, entre las comarcas de la Ribagorza, el Serrablo  y la Jacetania.

 

Conocidas son las iglesias románicas del Serrablo, de estilo románico lombardo, en núcleos accesibles en coche como Olivan y Larrede y en otros a pie. También merecen una visita las ermitas de de L’Angusto y de las Escoronillas y As Arrodillas, asentadas la ladera del Monte Oturia, partiendo de Yebra de Basa, en honor a Santa Orosia.

 

También recomendable el magnifico mirador que representa la peña Oroel sobre la Jacetania, y que también alberga una ermita en honor a Santa Orosia.

 

Destacables son  el festival de Pirineos sur en Lanuza y los festival folclórico de los pirineos en Jaca.

 

En la Jacetania el patrimonio es impresionante. En Jaca se puede remarcar la visita de  catedral, la catedral de Jaca fue la primera catedral románica de España y su ajedrezado se repite durante todo el camino de Santiago, visita obligada junto al museo diocesano de Jaca, Jaca también posee una ciudadela magníficamente conservada.

 

Continuando hacia Pamplona nos encontramos con Santa Cruz de la Seros y el Monasterio de San Juan de la Peña, tanto el monasterio viejo que fue el mas importante de Aragon en la alta Edad Media, como el Monasterio nuevo de San Juan de la Peña, son monumento Nacional. A nivel histórico y patrimonial destacar que se construyo en los S XI-XII, que Alberga a varios reyes de la Corona de Aragon y del Reyno de Navarra, que fue cedido a los mojes de la orden de cluny, quienes ordenaron la construcción de los capiteles románicos del claustro.

 

A nivel anecdotico, la magia del entorno de San Juan de la Peña, con su bosque de acebos su roquedo y su magnifico mirador denominado Balcón del Pirineo, alberga la leyenda de que durante un tiempo el Santo Grial reposo en este lugar, también ha sido reclamo suficiente para que Wagner viniera a visitarlo y a inspirarse.